Vistas de página en total

lunes, 5 de agosto de 2013

RENACIMIENTO EN LA EDUCACIÓN

El renacimiento fue un periodo en el que el estudio de las matemáticas y los clásicos llegó a extenderse, como consecuencia del interés por la cultura clásica griega y romana que aumentó con el descubrimiento de manuscritos guardados en los monasterios. Muchos profesores de la lengua y literatura griega emigraron desde Constantinopla en Italia. El espíritu de la educación en el Renacimiento fue humanista y racionalista donde se introdujeron temas como las ciencias, la historia, la geografía, la música y la formación física. El éxito de estas iniciativas influyó en el trabajo de otros educadores y sirvió como modelo para los educadores durante más de 400 años. Durante este período se dio una gran importancia a la cultura clásica griega y romana enseñada en las escuelas de gramática latina, que, originadas en la Edad Media, llegaron a ser el modelo de la enseñanza secundaria en Europa hasta el inicio del siglo XX. De esta época datan las primeras universidades americanas fundadas en Santo Domingo (1.538), en México y Lima (1.551).


La influencia del protestantismo:
Las iglesias protestantes surgidas de la Reforma promovida por Martín Lucero en el inicio del siglo XVI establecieron escuelas en las que se enseñaba a leer, escribir, nociones básicas de aritmética, el catecismo en un grado elemental y cultura clásica, hebreo, matemáticas y ciencias, en lo que podríamos denominar enseñanza secundaria.
La moderna práctica del control de la educación por parte del gobierno fue diseñada por Lucero, Calvino y otros líderes religiosos y educadores de la Reforma.


La influencia de la iglesia católica:
Los católicos siguieron las ideas educativas del renacimiento en las escuelas que ya dirigían o que promocionaron como respuesta a la creciente influencia del protestantismo, dentro del espíritu de la Contrarreforma.
Los jesuitas, como se conoce a los miembros de la congregación, promovieron un sistema de escuelas que ha tenido un papel preponderante en el desarrollo de la educación católica en muchos países desde el siglo XVI.

La educación en esta época coincidió con la difusión de los nuevos valores surgidos de la vuelta a la tradición grecolatina. La nueva visión del rol del ser humano, orientado a cumplir sus fines no solo en el más allá, sino también en el mundo terrenal lo impulsó al conocimiento matemático, filosófico, histórico, geográfico, científico y artístico, sin descuidar la educación física. Mente y cuerpo en desarrollo, fueron el objetivo de esta concepción racional, libre y humanística de la enseñanza-aprendizaje, que se facilitó con la invención de la imprenta. Las mujeres comenzaron a ser tenidas en cuenta en la educación formal.
Sin embargo la estructura seguía siendo la del sistema medieval, predominando la enseñanza del latín y la necesidad de formar sacerdotes, aunque en la enseñanza superior comenzó a estudiarse el griego. Siguió la clásica división del trivium (que incluía retórica, gramática, y dialéctica) y el quadrivium (aritmética, astronomía. geometría, y música).



Referencias

·         La educación en el renacimiento. Recuperado el 05 de agosto del 2013, de: http://profinmabu.blogspot.mx/2008/09/la-educacin-en-el-renacimiento.html


·         La educación en el Renacimiento | La Guía de Educación. Recuperado el 05 de agosto del 2013, de: http://educacion.laguia2000.com/general/la-educacion-en-el-renacimiento#ixzz2b9kBIrdD

HUMANISMO EN LA EDUCACIÓN

Sirvan estas notas como meros ejemplos de aplicación de los conceptos humanistas (ver la presentación HUMANISMO: Por qué, qué y para qué, en 856 palabras) a la actividad más importante en la sociedad humana: la educación de sus miembros. Quisiera que los señores educadores, además de tolerar mi atrevimiento por incursionar en su campo, mejoraran e incrementaran la colección de sugerencias efectivas que trata de ser lo que sigue. A los padres, como educadores principales que son, decirles que este escrito es necesariamente también para ellos.
La manera de ver la vida, entenderla y actuar en ella reflejada en este trabajo es objetiva y perfectamente acorde con la naturaleza humana. Da provechos palpables y una vida más plena, sana y feliz al individuo. Por lo que su enseñanza se logra mediante estímulos positivos, sin uso alguno de castigos, amenazas ni humillaciones.
La formación de un ser humano será deficiente si no incluye la adquisición funcional más completa posible de, al menos, las primeras consideraciones del humanismo:
1. Cada ser humano es una criatura fabulosa.
2. El ser humano es tanto naturaleza como formación.
3. La humanidad es como un súper organismo del que somos parte.
4. La relación y cooperación humanas plenas son requeridas para el mejor funcionamiento y mayor bienestar del ser humano.

Los educadores deben aprovechar cada oportunidad para usar, mostrar y hacer asimilar esas consideraciones.
Deben destacar el gran valor de hasta las habilidades y virtudes humanas más simples; así como dirigir la atención hacia la belleza y las capacidades afectivas del ser humano. Enseñar a apreciar las cualidades propias, a apreciar las del prójimo como nuestras. Recordar que todas las habilidades humanas requieren esfuerzos para su adquisición y desarrollo. Demostrar que incluso se puede hacer que esos esfuerzos no sean penosos mediante entrenamiento y adquisición de hábitos. Recordar que cada uno tiene entre sus obligaciones (y en su conveniencia y gusto) propiciar la formación y el desarrollo del prójimo, comenzando por la descendencia propia.
Hay que enseñar a apreciar las enormes ventajas y satisfacciones que provienen de la sociedad, la convivencia social y las relaciones humanas.
Que vean la sociedad como el complemento imprescindible que es de la naturaleza humana, sin el cual muy pocos podrían sobrevivir, pero cuyas conveniencias y posibilidades van mucho más allá de la supervivencia. Mostrarles que la sociedad puede y tiene que ser un acuerdo de todos para el bien y progreso de todos. Que los problemas y aberraciones sociales ocurren sobre todo porque algunos no tuvieron la formación integral que ellos están teniendo, y que todos estos problemas y aberraciones pueden ser resueltos de forma civilizada. Que es ilegítimo y degradante ingeniarse para participar con provecho de esos problemas, o intentar establecerse en islas protegidas de los mismos. De nuevo: que la sociedad puede y tiene que ser un acuerdo de todos para el bien y progreso de todos.
Humanismo, es un acto de formación y reencuentro del hombre con su esencia; consiste en reflexionar y velar por que el hombre se eduque humano y no un inhumano o un bárbaro, es decir, fuera de sus valores y esencia. Sin embargo el humanismo va mas allá de lo que cultural e históricamente se ha planteado. Significa un profundo conocimiento del ser humano, educado en valores, con características intelectuales que se pueden cultivar y acrecentar, con sentimientos, emociones, programas educativos acordes a una necesidad social y humana y necesidades físicas de espiritualidad y de sociabilidad.
El hombre, según Fernando Savater,  pasa por dos gestaciones: la primera, que le da la vida; la segunda, la educación y es a través de ellas que se construye la interrelación entre hombre y sociedad, por lo tanto, es obligación de la sociedad preparar al hombre para su integración a ella, para transformarla y desarrollarla.

Balmes que “la educación es al hombre lo que el molde al barro, le da forma”, la educación intelectual tiene su origen en el estímulo de los sentimientos a lo largo de la formación.  A través de la educación que aportan tanto la sociedad, la escuela y la familia, al niño se le puede educar o maleducar con acción y omisión, con ausencia y con presencia, o  como diría Aristóteles. “por exceso o por defecto de mimos y tentaciones. 
La escuela tiene como principal objetivo proporcionar una educación formal mediante un proceso integral de carácter intencional, planificado y sistematizado, que se concretiza en un currículo oficial y se aplica en calendario y horario definido. No obstante. La educación formal no es autónoma de la educación externa negativa que proviene de la sociedad y su entorno, junto a la cual ha tenido que sobrevivir e incluso competir. Esta última entorpece contradice y desvaloraliza  los fundamentos pedagógicos del proceso educativo. Esto se manifiesta con la gama de información no adecuada, que resulta más atractiva para los niños y los jóvenes, a través del cine, la televisión, la calle y la información de la Internet. Dicha educación, lejos de formar, deforma y lejos de educar, deseduca.
Uno de los problemas que contribuye a la pérdida del aspecto humano de la educación es que el profesor provoca dicha situación en el aula, con prácticas tradicionalistas que anulan al niño aprendidas en los Centro Normales de Educación, a través de actitudes y conductas tales como el autoritarismo, el abuso del poder, la competencia, el individualismo. Entonces resulta necesario analizar la necesidad de que la verdadera educación inicia con humanizar a los maestros, para que estos lo hagan con sus alumnos. Tarea en verdad complicada, pero necesaria y urgente es el educar y humanizar al profesor. Con esta idea es la oportunidad de establecer el reencuentro del hombre con el mismo.
Por eso y mucho más que incentivar a movilizaciones  para la lucha  y conquista de interés particulares, como sociedad y padres de familia, fomentemos el dialogo con los profesores de nuestros hijos y motivémoslos a que antes de ir a pedir mejores modalidades de pago por parte del estado, se trasforme a la educación, y con esa obra realizada se pida lo que por trabajo y esfuerzo verdaderamente corresponde, propongamos un ambiente cordial, empático y respetuoso, con un grado oportuno de libertad, dando pie al desarrollo de una clase democrática cuya finalidad sean aprendizajes significativos y duraderos centrados en los alumnos.

La tarea de educar es de todos, por eso como docentes, padres de familia y sociedad en general, apliquemos estos conocimientos teóricos propuestos y muchos más, pongámoslos en práctica en la casa, en la calle, en la escuela y en todo lugar, vivamos con valores, actuemos con apego a principios éticos, seamos más reflexivos con neutros hijos, con nuestros maestros, con nuestros alumnos, con todos los que conformamos esta sociedad, seamos más abiertos, menos directivos, actuemos sin inhibiciones de sociedades tradicionalistas, fomentemos el espíritu de cooperación, basado en respeto y reconocimientos mutuos, seamos más  humanos, que nos ayude a demostrar los sentimientos, emociones y aspiraciones, para lograr vivir con trabajo pero sobre todo con dignidad y amor a nosotros mismos, y finalmente, a los maestros y padres de familia, enaltezcan el verdadero valor de educar, cuya meta no solo es lograr mejores profesionistas si no mejores seres humanos. 

Referencias
·         Humanismo en la educación (1997). Ricardo E. Trelles. Recuperado el 05 de agosto del 2013, de: http://mhecnet.org/DOCU14.HTM

·         Huitzuco.como, lugar de espinas. Recuperado el 05 de agosto del 2013, de: http://sites.huitzuco.com/index/Home/sociedad-abierta/elhumanismoenlaeducacion