Los
olmecas fueron los primeros en construir centros ceremoniales como La Venta, en
Tabasco; Tres Zapotes y San Lorenzo, en Veracruz. La región de la selva húmeda
era muy favorable para la agricultura; las lluvias abundantes y las crecientes
de ríos fertilizaban la tierra. Los ríos al desbordarse, fertilizaban sus
riberas con limo, por lo que las siembras daban excelentes cosechas. Además, el
mar les ofrecía peces y mariscos, y si esto fuera poco, las selvas aledañas una
caza variada.
En
ese lugar abundaban: monos, tlacuaches, jabalíes, iguanas, faisanes,
guajolotes, venados, jaguares y muchos animales más. Los olmecas consideraban
al jaguar una criatura sagrada y lo relacionaban con el mundo oscuro, frío,
nocturno y húmedo de la tierra. Asimismo, lo asociaban con las cuevas y el
ejercicio del poder. El jaguar era la principal figura religiosa, lo veneraban
porque para ellos representaba los misterios y peligros de la selva, así como
la fuerza para vencer los obstáculos de vivir en ella.
Los
olmecas fueron agricultores, comerciantes, artistas y grandes constructores.
Trabajaron el barro y la piedra. Tallaban desde pequeñas figuras de jade hasta
enormes cabezas de piedra, de más de dos metros de altura, esculpidas en rocas
que traían de muy lejos. El ajuar doméstico incluía vasijas de cerámica,
metates de piedra, petates, canastos y telas para vestir, elaboradas con hilos
de algodón o de fibras ásperas como las de la lechuguilla o la yuca.
Religión
La
religión mitológica del pueblo olmeca de Mesoamérica influyó significativamente
en el desarrollo social y la visión del mundo. Los estudiosos han visto artes
religiosas sobrenaturales olmecas en las religiones y mitologías posteriores de
casi todas las culturas mesoamericanas precolombinas más tarde. La cultura
olmeca es a menudo considerada una "cultura madre o matriz" para
posteriores de las culturas mesoamericanas.
No
hay referencia directa superviviente de creencias religiosas de los olmecas, a
diferencia de los mayas, con sus Popol Vuh, o de los aztecas, con sus muchos
códices y crónicas de los conquistadores.
Los
arqueólogos, por lo tanto, han tenido que depender de otras técnicas para
reconstruir las creencias religiosas de los olmecas, principalmente: tipológica
análisis de iconografía olmeca y arte.
Los
Olmecas consideraban inclusive a todo lo que los rodeaba cómo seres vivos desde
cuevas, barrancas, manatiales, árboles y montañas, estas estaban llenas de
espíritus demasiado importantes para los olmecas. Las montañas para los Olmecas
son el vínculo entre el cielo con la tierra y el inframundo y también eran el
lugar donde están los ancestros y los espíritus de la tierra, la lluvia y el
inframundo.
Sociedad
La
sociedad estaba compuesta por distintos grupos; mientras unos cultivaban, otros
gobernaban u organizaban ritos para el culto a los dioses. Las necesidades de
aquella sociedad estratificada hicieron necesario que algunos administraran la
producción, impulsaran el comercio y dirigieran las obras monumentales. Los
individuos que dirigían los servicios religiosos conjugaban asimismo el poder
político pues poseían conocimientos esenciales sobre el calendario y el momento
preciso de la siembra.
Entre
los años 500 y 400 a.C., los olmecas tuvieron dificultades y del año 300 a.C.
al 200 d.C. su cultura se desintegró; esto llevó a la transformación de algunos
lugares y a la constitución de otros con las nuevas culturas que se estaban
formando. En los valles de Oaxaca y México empezaron a destacar villas que más tarde
dieron origen a centros urbanos importantes.
Educación
El
sistema educativo fue otro de los grandes pilares de la civilización del
Anáhuac. Aunque se le dedicará por su importancia un capítulo especial a la
educación, podríamos señalar que desde el punto de vista de “sistema”, los
antiguos mexicanos seguramente desde el año 1500 a.C. con la aparición
decantada de la cultura olmeca, ya contaban con un sistema de educación que
llegó a todos los niños y jóvenes de la sociedad en las culturas más
evolucionadas y de manera sistemática hasta la llega de los españoles.
El sistema educativo es un elemento básico
estructural para poder desarrollar un proyecto civilizatorio, toda vez que el
método para producir y reproducir el conocimiento en la sociedad,
indiscutiblemente que es la educación. Gracias a este sistema, podemos entender
los mega proyectos a largo plazo de las culturas del Anáhuac, en las cuales se
llevaban siglos en construir un centro de conocimiento, como el mismo Teotihuacán,
Palenque, Monte Albán o Xochicalco entre más de decenas de miles que hay en el
país.
La
educación que ha generado la civilización del Anáhuac no se refiere únicamente
al aspecto académico, que se enseñaba en el telpochcalli, cuicacalli y calmécac.
La educación desde un punto de vista más profundo. Nos referimos a su aspecto
filosófico y espiritual. En efecto, las bases fundamentales para que el
individuo pueda entenderse a sí mismo, a la familia, a la sociedad, a la
naturaleza y el universo de manera integrada e integral. Las relaciones que
existen entre unos y otros. Las responsabilidades, los límites y las
posibilidades. Todo esto en su conjunto y a lo largo de ocho mil años de
desarrollo humano, con sus altas y sus bajas, nos han dado un “rostro propio y
un corazón verdadero”, como individuos y como civilización. Este inmenso acervo
de sabiduría y experiencia es lo que nos hace ser anahuacas o “Mexicanos” como
nos “bautizaron” los criollos desde 1821.
La educación como esa riquísima experiencia
que ha sido seleccionada y sistematizada a lo largo de cientos de generaciones.
No todos los pueblos del mundo poseen esta experiencia que hoy englobamos en el
llamado “Patrimonio Cultural”. Los pueblos que surgen de las milenarias
civilizaciones que se han llamado “Madre”, son los que han logrado sistematizar
e incorporar a su “Ser” esta sabiduría de vida. Y si para la cultura occidental
el vértice superior de su conocimiento se encuentra sustentado en el dominio
del mundo material, para la civilización del Anáhuac el vértice superior de su
conocimiento se encuentra en la posibilidad de liberar el espíritu de la
materia. Esto es lo que nos une a todos los pueblos de origen anahuaca y nos
hace culturalmente tan sensibles a los aspectos místicos y espirituales de la
vida. Para concebir nuestra antigua cultura, debemos de pensar que nuestros
Viejos Abuelos vivieron en sociedades escolarizadas por más de treinta siglos.
Economía
La
economía de los olmecas estaba basada en los productos agrícolas, con los que
comerciaban, tanto entre ellos como con otros pueblos vecinos, sobre todo con
los pueblos nómadas, o con pueblos tan alejados geográficamente de ellos como
pueden ser pueblos del país de Guatemala o de México central.
Estas
influencias no son meras especulaciones, sino que hoy en día tenemos
conocimiento de las mismas, por los hallazgos encontrados en los restos
arqueológicos de las distintas culturas, apareciendo en los mismos motivos
típicos de la civilización olmeca.
Además
los olmecas contaron con unas élites especialmente viajeras, las cuales
realizaban viajes, por todo el territorio mexicano.
Referencias:
·
HISTORIA VERDADERA
DEL MÉXICO PROFUNDO, de Guillermo Marín. Recuperado el 29 de julio del 2013,
de: http://www.toltecayotl.org/tolteca/index.php?option=com_content&id=1667:cultura-olmeca
·
Historia Universal. Recuperado
el 29 de julio del 2013, de: http://www.historiacultural.com/2010/01/cultura-olmeca-mesoamerica-mexico.html
·
Los olmecas | La guía
de Historia. Recuperado el 29 de julio del 2013, de: http://www.laguia2000.com/mexico/los-olmecas#ixzz2aYzQGw2t
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